Descubre el eneatipo 4

Los eneatipos son todos muy diferentes, pero a su vez iguales en su simpleza.. Ofrecemos una cara más amable cuando nos sentimos bien acompañados y alegres, pero cuando algo nos molesta, nos volvemos más esquivos y distantes. Es normal.

Nuestra forma de ser es lo que nos define y nos hace diferentes, y al mismo tiempo, todas las personas tenemos rasgos que nos hacen pensar “yo soy igual que tú”. 

En esta ocasión, vamos a conocer al eneatipo 4.

¿Cómo es el eneatipo 4?

El eneatipo 4 es, de todos los eneatipos emocionales, el más emocional. El eneatipo 4 es como una flor en una maceta, pero eso no quiere decir que esté recluso o sea especialmente dócil, ni mucho menos.

El eneatipo 4 es el más emocional de todos y por ese motivo necesita estabilidad en su vida. Requiere de su espacio, de su zona de confort y que lo que es suyo sea reconocido como tal.

Necesita la constante seguridad de saber que todo está en equilibrio. Todo está donde debe estar y, si no lo está, ten por seguro que se manifestará.

Pero en su felicidad es como una fragancia, un aroma que te envuelve y no desaparece, un perfume de rosas del que no te puedes desprender.

Sin embargo, necesita estabilidad. Si no la tiene, rápidamente se pierde, como una flor en una maceta, sin su agua, sin sus nutrientes, sin ese sustento, se marchita.

Y realmente no necesita mucho para estar bien, pero necesita de todo. Como una planta de interior, no requiere de muchos cuidados, simplemente que la cuiden y la traten bien, cubriendo sus necesidades.

Pero son muy dados a pedir “ay, es que me falta esto, me falta lo otro” pero realmente no les falta de nada. Y esto tiene que ver más con cómo es la herida de los emocionales.

De hecho, el eneatipo 4 es muy resistente, ha sabido crecer y adaptarse a “su maceta”, y eso es algo digno de admirar, ya que ha crecido en su pequeño espacio. De ahí que sientan que están faltos de cosas, pero tienen todo lo necesario.

No obstante, hará todo lo que esté en sus manos para conseguir aquello que quiere, y tiene la habilidad de que así sea.

La herida del eneatipo 4

La herida del eneatipo 4 florece rápido. ¿Cómo? Pues cuando no aprecia todo lo que tiene. Porque, aunque tiene todo lo que necesita, no tiene todo lo que quiere, o cree que necesita. 

Calmar al eneatipo 4 es como mover esa planta que está en una maceta. Haciéndole un pequeño cambio, una especie de engaño, donde realmente no ha cambiado nada en él, solo el escenario. Pero de ese modo lo mantenemos sano.

El ejemplo sería cuando tú tienes una planta de interior que echa flores, si no la cambias de tiesto se te va a morir. Si no le cambias la tierra, si no la vuelves a nutrir… se te va a morir, al igual que abundante agua.

A los eneatipo 4 les sucede lo mismo, necesitan mucho cariño, y lo buscan. Y dependiendo del empeño que le pongan, al igual que el agua riega la planta el cariño les hace ser más grandes.

Pero cuidado, porque si creen que no tienen algo que quieren o ven algo injusto pueden ser muy vengativos. De entre los eneatipos emocionales, el 4 sabe muy bien manipular, pese a que cuando lo hacen no son conscientes.

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